Sabiduría Diaria 11.11.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, URUGUAY)
Querer ser el centro de todo es el gran engaño humano, la ilusión de Lucifer de querer ser como Dios. Sólo Dios no tiene fronteras, sólo Dios es el centro de todo. Dios es aquel cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia no está en ninguna. Pero si nos consideramos o nos sentimos como centro, nos estamos engañando y en peligro. Este estado es patológico, es una dolencia mental. Uno podría terminar en una guardia psiquiátrica, o como un asesino en serie, o un asesino en masa, o podría terminar como un dictador. Necesitamos límites para poder avanzar más allá de ellos hacia lo ilimitado. El propósito de encontrarnos a nosotros mismo es pasar de un mundo en el que somos o nos sentimos en el centro de la realidad, al mundo real, que es Dios, que es verdaderamente ilimitado. (Finding Oneself, Meditatio Series 2017 C)