Sabiduría Diaria 01.11.2018
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(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BONNEVAUX, FRANCIA)
Perdernos a nosotros mismos no es algo tan malo. Lo podemos interpretar en términos negativos como castigarnos, negarnos placeres, crucificarnos de alguna manera o buscando dificultades. El peligro de ese rumbo de pensamiento es que se crea una espiritualidad negativa. Y una actitud negativa hacia nosotros. Comenzamos a objetivarnos de la misma manera que lo hace la gente al ir al gimnasio para desarrollar cuerpos fuertes. El cuerpo se vuelve un objeto del cual están orgullosos y les gusta que otros lo admiren también. De eso no se trata el camino espiritual. El peligro de perdernos a nosotros en esa forma negativa, es que nos rendimos al orgullo. Los maestros del desierto estaban muy conscientes de los peligros del orgullo. Podías ser un muy buen padre o madre del desierto en el sentido de ser muy disciplinado, muy controlado al haber dominado muchas de las pasiones, y sin embargo, colapsar en el orgullo por estar satisfecho de uno mismo por ser tan buen maestro. Así que el orgullo era el gran obstáculo.
( Finding Oneself, Meditatio Series 2017 C )