Sabiduría Diaria 24.08.2018
![](https://static.wixstatic.com/media/5ad566_2ee66d4906a64c3786a0dd6645d63054~mv2.jpg/v1/fill/w_144,h_96,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/5ad566_2ee66d4906a64c3786a0dd6645d63054~mv2.jpg)
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, CANADA)
Al principio, el trabajo de auto conocimiento implica enfrentar un no muy atractivo auto reflejo en el espejo de la mente. A veces pareciera que sólo vemos nuestras faltas, nuestra distracción, nuestro interminable auto reflejante ego. Esto nos parecerá sin sentido y nos llevará a la acedia, ese sentimiento de desaliento junto con la tentación de abandonar nuestra práctica habitual. Habrá muchas racionalizaciones de este sentimiento: estoy demasiado ocupado para meditar, lo haré más adelante en mi vida, voy a tratar algo diferente. O caeremos en la sutil tendencia a engañarnos, creyendo que estamos renunciando a nuestro yo cuando realmente estamos encontrando lugares cómodos para acoger nuestro ego (buscando consolación interna y aferrándonos a ella). Las razones, en fin, para no meditar, son tantas – y tan atractivas a veces – que muestran que hay una gracia trabajando para permitirnos perseverar.
(Christian Meditation Newsletter, June 2005)