Sabiduría Diaria 23.09.2017
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(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BERE ISLAND, IRLANDA)
El primer objetivo fundamental de la oración es calmar la mente. No generar alabanzas, crear imágenes bellísimas o dramatizar el diálogo con lo divino, sino como decían los Padres del Desierto, 'dejar los pensamientos a un lado'. Cosa fácil de decir, pero no tan fácil de lograr, especialmente cuando la mente ha estado agitada, distraída o en un estado desordenado por un tiempo largo tanto que la mente no recuerda un estado diferente. Entonces puede parecer que calmar la mente es imposible o auto destructivo, y una introducción a meditar en este estado suele encontrar miedo y rechazo.