Sabiduría Diaria 19.03.2017
![](https://static.wixstatic.com/media/5ad566_eaaaaf59fd0142c7997fc6235735fd93~mv2.jpg/v1/fill/w_144,h_96,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/5ad566_eaaaaf59fd0142c7997fc6235735fd93~mv2.jpg)
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, FRANCIA)
Los monjes del desierto extrajeron y etiquetaron esta dura roca de resistencia. Vieron que estaba compuesta de diferentes capas que llamaron las obstrucciones o las faltas principales. Solamente después se las llamó “los siete pecados capitales”; no fue una buena elección de palabras porque el pecado vino a significar “lo que es mi propia grave falta” que merece castigo y penitencia. El modelo legal, más que el modelo médico de la gracia, vino así a dominar la mente cristiana, y Jesús llegó a ser visto en forma precisamente contraria de lo que dijo ser – como un juez y como ejecutor. Pero él se llamó a sí mismo pastor y médico. Los pastores prestan atención y cuidan. Los médicos tratan los problemas y sanan. No juegan con la culpabilidad. Un pastor no castiga a la oveja perdida. El médico no inflige más dolor a quien sufre.
(Christian Meditation Newsletter 2013/02, Laurence Freeman)