Sabiduría Diaria 23.12.2016
![](https://static.wixstatic.com/media/5ad566_7432aa3b4d4f42ddb3ab43c61f29dbeb~mv2.jpg/v1/fill/w_144,h_92,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/5ad566_7432aa3b4d4f42ddb3ab43c61f29dbeb~mv2.jpg)
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BERE ISLAND, IRLANDA) El sufrimiento, de cualquier fuente, tiene una alteridad aterradora. Nuestra expectativa innata de que seremos tratados por los demás y por la vida de manera justa - nuestro sentido de la justicia - de repente aparece muy ingenuo. Incluso si no podemos culpar a un enemigo en particular o a un amigo falso, podemos tratar de culpar a Dios. Al principio, instintivamente rechazamos admitir lo que ha sucedido y presionamos el botón de rebobinado. La negación es un estado de ánimo al que entramos después de un shock y puede permanecer por muchos años. Después de la negación podemos sentirnos simplemente adormecidos y agotados. Sólo el proceso del perdón puede liberarnos de esta derrota. De la negación nos movemos a la aceptación porque tenemos que aprender a enfrentar y abrazar lo peor. Enfrentar lo peor con la verdad saca lo mejor que hay en nosotros. (Christian Meditation Newsletter, October 2010 Laurence Freeman OSB)