Sabiduría Diaria 09.12.2016
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(FOTO: LAURENCE FREEMAN, PARAGUAY)Una parábola budista describe el problema de los pensamientos haciendo una comparación con un perro al cual le aventamos un palo para que lo regrese. Una y otra vez irá a perseguirlo y lo traerá de regreso, del mismo modo que la mente persigue los pensamientos tan pronto los hayamos dejado a un lado. Los leones, sin embargo, son diferentes. Sólo podemos aventar el palo una sola vez porque el león mira a quien avienta y no al palo. Al meditar la mente está atenta, no a los diferentes cursos de pensamiento, sino a la fuente, al centro de consciencia. Ahí encontramos la quietud y silencio – hesiquia – de la oración. El silencio es la respuesta a la infinidad de preguntas que la mente produce. Como dijo un maestro de oración: la atención es la quietud del corazón, a la que ningún pensamiento perturba.(Christian Meditation Newsletter, June 2010 Laurence Freeman OSB)